maternidad

Conciliar es llevarse el niño al trabajo ¿o no?

14/01/2016

Desde que vi la imagen ayer en el Congreso de los Diputados de Carolina Bescansa con su bebé he leído comentarios para todos los gustos y colores.

Tuve la (mala) suerte de poder verlo en directo porque estaba en la cama con vértigos, así que escuché y leí los comentarios desde el principio.

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El Bebé de Carlolina Bescansa en el congreros. Fuente: La voz de Galicia

La verdad es que mi primera reacción fue ¿se ha llevado el niño a la sesón de apertura del Congreso? ¿Y la han dejado? Deduje que era porque le tenía que dar el pecho y por eso no se separaba de él, además de no tener con quién dejarlo. Luego me enteré que en el mismo congreso hay guardería y empezaron a no cuadrarme las cosas.

Y entonces me di cuenta, era algo más que eso, era “postureo”entendido este como una manera de conseguir que todo el mundo hablara de ello, para bien o para mal, pero el debate estaba abierto. Pura imagen para que se hable de compaginar trabajo y maternidad, para que se hable de la conciliación.

Yo tuve la suerte de con ambos peques poder compaginar estar con ellos y trabajar. En el caso del nano me despidieron justo antes de dar a luz, asi que su primeros meses disfruté de él al 100%, pero como soy inquieta por naturaleza, en cuanto pude empecé a compaginarlo con concursos de arquitectura, colaboraciones varias ¡lo que surgiera!. La verdad es que él era (y es) un bendito y ha sido muy fácil compaginar trabajar con tenerlo a mi lado.

El caso de littlenano fue diferente, porque yo estaba a tope con Handbox y el peque ha sido baby emprendedor desde que nació. Además, en los meses posteriores a su nacimiento dejamos de trabajar en casa para trasladarnos al Handbox Studio y  como estaba tomando pecho, venía conmigo donde yo fuera.  Íbamos a Madrid en metro todos los días como ya os conté e incluso tuve que cuadrar las tomas con las ponencias del DIYHunters Day, ¡eso si que fue una aventura!

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Littlenano en el DIYHunters Day ¡fue la atracción de los asistentes! Foto de Roberto Cárdenas.

Era un miembro más del equipo, incluso se vino a alguna reunión, pero solo a algunas concretas en las que tenía la suficiente confianza con las personas que asistían para ir con un bebé. Si no era así, hacía malabarismos para cuadrar horarios de reuniones y tomas.

Por una experiencia vivida con mi socia en una reunión con una marca a la que asistimos con su bebé  y nos pusieron mala cara, aprendí a seleccionar dónde llevarlo y dónde no. Y si tenía que hacerlo, siempre tenía avisar antes por si acaso.

Los primeros seis meses de vida pude compaginar el trabajo y tener un bebé, y por ello me considero una persona con suerte.

Todo fue fenomenal hasta que empezó a crecer y cambió dormir todo el día o estar en la hamaca (también era un bendito hasta ese momento) por el gateo y el querer explorarlo todo. A partir de ese momento se volvió incompatible el llevar al niño al trabajo. Tuve que decidir que mientras yo estuviera en el trabajo se quedara con los abuelos y las tomas de pecho las dejamos para los ratos en los que estaba yo (tarde-noche-madrugada).  Así hasta el día de hoy.

Si en vez de esto, hubiera tenido una guardería en la misma oficina, como la tenía ayer Carolina Bescansa ¡no hubiera dudado en dejarlo allí! Lo tienes cerca, puedes ir a darle el pecho cuando sea necesario, pero a la vez tienes tu espacio y tu tiempo para trabajar. Y él está mejor atendido, no porque tú seas malamadre ni nada parecido, si no por que la verdad es que aunque digamos que las madres somos multitareas, si estás concentrada en una cosa, no estás al 100% en la otra y viceversa.

Por eso tengo “opiniones encontradas” respecto a lo que pasó ayer en el congreso. Por un lado me parece bien el postureo como reivindicación sobre la situación de la maternidad a día de hoy, para normalizarla, para que se hable sobre la conciliación, sobre los malos horarios de trabajo, muchas veces incompatibles con tener una familia, sobre la corta baja por maternidad de la que disfrutamos en nuestro país…. y un largo etc.

Por otro lado no me parece justo para el resto de mujeres. Con ello estás diciendo, yo puedo hacerlo, pero tú no. Tú tienes que sufrir por separarte de tu hijo o hacer malabarismos temporales y económicos para que siempre esté bien cuidado mientras yo me centro en mi trabajo, pero tú te lo llevas al Congreso que también es tu trabajo, pasas de dejarlo en la guardería que por suerte tienes en tu trabajo y prefieres que esté de brazo en brazo entre compañeros, y expuesto a toda la prensa, un día tan importante como ayer.

¿Y tú que opinas de lo sucedido ayer? ¿Estás a favor o en contra? ¿Crees que conciliar es llevarse el bebé al trabajo o es tener unos horarios acorde con el horario escolar? ¿O en realidad son las dos cosas?

Algunas amigas blogueras han hablado sobre este tema también puedes echarle un vistazo a lo que opinan Community Madre y Mamis y Bebés.

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2 Comentarios

  • Reply Neus Portas 15/01/2016 at 00:56

    Yo pienso igual que tú, Diana. Creo que conciliar debe ser tener la posibilidad de compaginar, adaptar horarios, trabajar desde casa, bajas de maternidad más extensas, y también facilidades para la guardería para quien quiera seguir enseguida con su carrera. Pero no creo que conciliar tenga que ser llevarnos los niños al trabajo.
    Está bien poderlo hacer si hay confianza con compañeros o clientes, en casos puntuales, si no hay alternativa. O para reivindicar mediante postureo y poner encima de la mesa un tema que es muy importante, porque los niños “son de todos”. Como tú dices, supongo que es lo que se pretendió ayer.
    Felicidades por este littlenano emprendedor 🙂

  • Reply Gloria 15/01/2016 at 10:21

    Yo lo veo de otra forma, chicas. Para mí es un gesto y los gestos, cuando han sido reflexionados y elegidos conscientemente, vienen cargados de dirección y de sentido. Yo lo veo como una reinvindicación de visibilidad de este asunto tan importante, de vital relevancia diría yo: el que las mamás (y también los papás que así lo quieran) puedan de verdad compatibilizar la crianza y el acompañamiento a sus hijos con su faceta profesional. Vivimos en una sociedad bastante ciega y poco sensibilizada en este sentido. Me encantaría saber qué piensan las madres y padres suecos, por ejemplo, de este sucedido, por poner un ejemplo de un país que está a años luz en este sentido. Seguro que escucharlos a ellos nos haría repensar nuestras posturas. En lugar de eso he visto y leído tantos comentarios despreciativos que me hieren el alma, como mujer y como la niña que fui, con una mamá que trabajaba fuera y que tuvo 4 semanas para estar en casa conmigo y un papá al que no dejaron venir a verme hasta 20 días después de mi nacimiento. Corría el año 1975 y afortunadamente hemos avanzado mucho desde entonces, pero a la vista está que nos queda aún un largo camino por recorrer. Que nuestros nietos puedan mirar atrás, a este enero de 2016 algún día y congratularse de los nuevos avances. Eso deseo. Por una sociedad más amorosa e integradora.

    Gracias por darme pie y lugar para compartir esta reflexión a raíz de las vuestras, Diana y Neus. Abrazo.

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