Aprovechando este último puente decidimos hacer una escapadita con nuestro grupo de amigos de la sierra (donde pasamos el verano y muchos fines de semana) al País Vasco, concretamente a San Sebastián.
Como somos muchos en el grupo (9 familias en total y eso que no estábamos todos los del grupo), el primer reto que teníamos que superar era encontrar una casa para todos y apta para familias.
Con la maravillosa Zelai-eder encontramos la solución: cerca de “todo” en San Sebastián, pero lo suficientemente lejos para ser un hotel rural.
La casa está situada en un rincón tranquilo del barrio de Igeldo, muy próximo a todo (Playa de la Concha, Kursaal, Parque de Atracciones…. Es perfecta para desconectar del estrés diario, que buena falta me hacía estos días, y para ir en grupo con tantos niños. En nuestro caso ¡eran 15!
Con unas vistas espectaculares, la casa del pastor te permite disfrutar de preciosos amaneceres y atardeceres ¡y hasta pasear a caballo o poni!
Tiene una sala de juegos repleta de juguetes y cuentos para todas las edades, y un salón común, que al alquilar la casa completa, pudimos disfrutarla para desayunos y cenas ¡si hasta pudimos hacer nuestra propia fiesta de Halloween!
Además Kontxi, su anfitriona, es majísima y preparó varias actividades para los peques en la finca: visita a la granja, montar en a caballo ¡incluso vinieron los minions y los personajes de Toy Story a desayunar una mañana con ellos!
Además de que tenían muchísimo espacio para correr y jugar, a la granja fue lo que más le gustó a los peques, pudieron dar de comer a los animales, estar un rato con ellos ¡si hasta había un emú!
Acostumbrados a la vida urbana, estaban todos muy emocionados, para ellos fue una experiencia de lo más enriquecedora.
La verdad es que la estancia en Zelai-Eder no ha podido ser mejor, nos encantó la casa, el entorno y su gente ¡si llega a ser por los peques nos quedamos allí a vivir!
Así que ya sabéis, si tenéis que escaparos al norte con niños ¡ya sabéis dónde alojaros! Y no olvidéis pedirles que os hagan unos bizcochos… mmm no podían estar más ricos.
(*) La mayoría de las fotos son de nuestro amigo Edu (@todopabajo) ya que mi móvil decidió irse de puente y no volvió a la vida hasta que no estuvimos de vuelta en Madrid
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