No suelo hablaros de tan personales, pero hoy se celebra el día de las Altas Capacidades y he pensado que era el momento de hacerlo. Os cuento todo esto porque aunque nosotros tengamos la situación normalizada, estoy segura que muchos padres estarán ahora mismo en el punto en el que arranca esta historia, así que empecemos desde el principio.
“Perdona, queremos hablar con vosotros un momento”, me dice un día la profesora del nano hace ya algunos años. Yo me asusté, pensé que tenía algún problema en el colegio y en parte era así.
Nos dijeron que a la psicopedagoga del cole le había llamado la atención un dibujo muy complejo que había hecho y que sospechaba que el niño tenía Altas Capacidades y nos pedía permiso para hacerle las pruebas.
¿Altas qué? Fue nuestra reacción… no habíamos oído nunca hablar de ello, sabíamos que el nano iba más rápido de lo normal, que todo lo aprendía muy rápido, tenía mucha tendencia a utilizar la tecnologia y era un artista dibujando o construyendo LEGO, pero nunca pensamos que aquello tuviera un nombre especial. Por supuesto les dimos permiso y le hicieron las pruebas.
A partir de ese momento empezamos a informarnos, a leer muchas cosas sobre el tema y por fin apareció la pieza del puzle que nos faltaba para entender muchas cosas. Entrábamos en un mundo desconocido y nos quedaba mucho camino por delante. Pero por lo menos empezamos a tener muchas respuestas.
Hubo un libro que nos ayudó mucho a entender qué era esto de las “Altas capacidades” y que con el tiempo, cada vez que alguien conocido, que son más de los que pensamos, ha pasado por lo mismo, se lo hemos recomendado. Se llama “A mí no me parece” y lo podéis comprar aquí. Te pone muchos casos prácticos de niños de Altas Capacidades y con él entendimos muchas cosas e identificamos muchos rasgos del nano. Cosas como la hipersensibilidad, por ejemplo, cuando era pequeño no soportaba ciertos olores o ruidos altos, como por ejemplo el ruido de cuando tiras de la cisterna. Son cosas que ha superado pero que en ese momento le pasaban.
Entendimos porqué las discusiones con él eran como eran, o porqué en ciertos momentos no hacía caso….por ejemplo, son niños que necesitan que todo esté razonado y justificado, y si en su cabeza no lo comprenden no hay manera de hacerles entrar en razón…
Ese fue nuestro primer paso, nuestra manera de adentrarnos en este bonito mundo, pero a la vez duro.
Y es que cuando contamos a alguien que nuestro hijo tiene Altas Capacidades, la respuesta siempre es “qué suerte”. Y nosotros les tenemos que explicar que sí, es una suerte, que lo entienden todo más rápido en clase que otros compañeros, pero que eso tampoco es tan positivo.
Imaginaros que os explican una cosa y la entendéis a la primera, y que al día siguiente os la vuelven a contar, y al día siguiente, y al siguiente…. A la segunda vale, pero a la tercera ya empiezas a desconectar…y a ponerte nervioso, a aburrirte, incluso en algunos casos a molestar…. En el caso del nano se pone a dibujar o a inventar cosas…. pero cada uno lleva estas situaciones como puede, por eso en muchos casos se confunden altas capacidades con TDA, porque los niños desconectan…. E incluso pierden tanto el interés que esto les lleva al fracaso escolar.
En este mundo es importante el apoyo en el colegio, y en el caso de ser necesario, buscar un apoyo externo. Nosotros tuvimos la suerte de que la primera tutora del nano cuando nos dijeron en el colegio que tenía AACC se preocupó mucho por él, no tenía formación (cosa que pasa muy a menudo) pero se empezó a formar con nosotros: leímos los mismos libros, se formó por su cuenta y estuvo muy pendiente de que el niño no se aburriera en clase. Ese año, primero de primaria, el nano empezó a tener muchos tics y rabietas, provocadas por el aburrimiento y decidimos buscar ayuda externa.
Un poco perdidos navegando por internet descubrimos que abrían un centro específico para niños de altas capacidades cerca de casa, Despierta, y allí que recurrimos.
No pudimos tomar mejor decisión. Creo que fuimos de los primeros que acudimos al centro nada más inaugurarlo, pero desde el principio nos trataron como si fuéramos de la familia. Trabajaron con él y con nosotros para ayudarnos en las necesidades que teníamos. Y digo teníamos porque esto es cosa de todos, y aunque a veces no sabemos cómo manejarlo, tenemos que actuar todos en consonancia.
De esto os contaré que han pasado cuatro años y el nano sigue yendo todas las semanas a una actividad grupal de enriquecimiento con otros niños como él. Pero además la psicóloga nos ayuda muchísimo. Ha trabajado con él temas como la baja tolerancia a la frustración o la impaciencia.
Y nosotros sabemos que cuando tenemos épocas duras, sobre todo en época de exámenes, ella está allí. Aunque sea por teléfono nos da consejos, pautas, o simplemente nos desahogamos con ella (gracias, de corazón)….
Y sí, la época de exámenes es la más dura, ¿por qué? Porque hacerle entender a un niño que tiene que estudiarse algo que ya sabe es muy complicado.
Intentamos entre todos aprenda la responsabilidad de que cuando tiene una obligación, ya sea hacer unos deberes, o preparar un examen, tiene que hacerlo. Que quizás él tarda 10 minutos en hacerlo y otros una hora, pero tiene que ser responsable y cumplir sus obligaciones, porque llegará un día en el que sí tendrá que estudiar y tiene que aprender a hacerlo.
Os diré que no es fácil, que es duro, ellos se frustran, no entienden por qué tienen que seguir ciertos pasos o rutinas y ahí entran los profesores. Hay cursos en los que los profesores lo han entendido y han trabajado muy bien con él (este parece que va bien encaminado por ejemplo) y ha habido otros en los que la respuesta cuando hemos hablado con ellos ha sido “ya tengo suficientes niños en clase y no puedo estar pendiente de los que tienen necesidades especiales”… curso a curso, en función de los profesores que toque, nos toca “pelear” y vuelta a empezar… pero esa parte ya da para otro post que éste va a haciéndose largo.
Y aunque es duro, ver lo que les hace especiales también es preciosos. Yo alucino cuando veo al nano cuando está construyendo su ciudad de LEGO, la visión espacial que tiene o cuando él solo se programa sus videojuegos con unos programas que nadie le ha enseñado a usar, que ha aprendido con tutoriales de Youtube o trasteando con ellos.
Diseñó su primer videojuego con Scratch con 8 años pero también ha trasteado con RPG maker o GameMaker…. Y es que ahí está su “Alta capacidad”, en el diseño y la programación ¡ya veremos dónde le lleva este camino! Nosotros mientras le dejamos libertad para disfrutar con lo que hace.
Así que si tienes un niño de altas capacidades en casa, ya sea como el nuestro, o sea más de letras o de música ¡o de todo! Disfrútalo mucho y aprende con él… nosotros lo intentamos hacer todos los días.
Para hacer visibles a estos niños se celebra hoy el día de las Altas capacidades ¡porque todavía tenemos mucho que conseguir! Porque los colegios no están preparados para cumplir sus necesidades ¡si ni se les ha tenido en cuenta en la nueva Ley de Educación!
Te invito a que compartas y promuevas este día para que sigamos visibilizando este colectivo. Y si andas perdido como nos ha pasado a nosotros ¡no dudes en contactarme e intentaré ayudarte en lo que pueda!
Nota: no, el de las fotos no es mi hijo, hace tiempo que establecimos que él decide cuándo y qué foto subo suya… pero esto ya es para otro post
No hay comentarios