De vez en cuando, cuando menos te lo esperas, alguien tiene un detalle contigo que consigue que te saque una sonrisa, a veces cuando más falta te hace. Eso me pasó hace unos días (en pleno momento off) cuando recibí un paquetito de Olga, de Selfpackaging, con el Kit para preparar un Calendario de Adviento y un mensajito muy chulo.
Los que sois habituales de mis talleres, sabéis que siempre suele haber alguna cajita de Selfpackaging, o para decorar con los washis, papeles, etc o para entregaros un detallito, lo cual quiere decir que considero sus productos un must en mi día a día de DIYer, sin ánimo de peloteo ¿eh? Sabéis que yo soy bastante sincera en estas cosas, lo bueno, lo que me gusta es lo que es, y se me nota 😉
El fin de semana pasado por fin pudimos sentarnos el nano y yo a prepararlo. Él no sabía ni lo que estábamos haciendo, pero cogió la propuesta con mucha ilusión, y hoy por fin, vuelvo con un DIY para que veáis cómo lo hemos hecho y cómo ha quedado. ¡Esperamos que os guste!
Los materiales con los que me proponía arrancar Selfpackaging eran:
etiquetas blancas / figuras de fieltro / números troquelados / grises / estrellas blancas / cIrculos festoneados / cordel
A ésto, nosotros le añadimos algunas herramientas más para llevarlo a cabo: algunos washis con tonos navideños (imprescindibles en nuestras vidas), una tinta roja, el sello navideño que nos han regalado en Quilez Stamps para Handbox , una perforadora, unos sobres de papel blancos, cinta de doble cara de Pentel y unas pajitas de colores. Aprovechando que estábamos en la sierra, hicimos una miniexcursión para buscar ramas que luego serían la base de nuestro calendario.
Cuando trabajas con niños, el orden no es siempre el que tú quieres, y el nano decidió que quería empezar por colocar los números (a su manera) y prepararse todos los materiales que íbamos a utilizar.
El siguiente paso era preparar los sobres que llevarán las sorpresas en el calendario, para eso los sellamos y elegimos lo que queríamos meter dentro: premios en forma de chocolate y unos objetivos a cumplir para conseguir el premio. Aprovechando que los materiales de Selfpackaging venían muy bien preparados con su cartoncito, reutilizamos ese cartón para apuntar los objetivos. El premio serán reyes de chocolate, mmmmm
La siguiente fase era preparar los números que iremos quitando todos los días, hasta ir llegando a los sobres, que los hemos puesto cada 6 días (uno a la semana más o menos). Para ello utilizamos las etiquetas, los círculos y un pequeño toque de washi tape.
Para pegarlo todo, la maravillosa cinta de doble cara de Pentel, que desde que la hemos descubierto nos hemos olvidado del pegamento de barra.
Y la última parte era colgarlo todo en las ramas que habíamos traído de la sierra, colocar los regalitos dentro y a la entrada de casa para ser protagonista de estas fiestas. Las ramas las colocamos en un jarrón-probeta que teníamos en casa, cada una en un recipiente para dar volumen al árbolito.
Ah! para darle un toque especial, decidimos preparar unas varitas mágicas con las estrellas blancas y unas pajitas. En ellas hemos puesto los nombres de toda la familia. En cada una de ellas apuntaremos un deseo para que se les cumpla durante estas fiestas, y las pasemos todos con alegría, y las he colocado en este jarrón geométrico que compré a Lydia de Maow hace tiempo.
Y para terminar, solo queda esperar al día 1 para que empiece el adviento y que se cumplan todos los buenos deseos, y los objetivos que hemos puesto para el nano 😉