Hace unos días que tenía pendiente escribiros esta entrada, pero quería preparar bien las fotos y contaros todo al detalle y para ello necesitaba un ratito de tranquilidad. Hoy por fin lo he encontrado, y aquí está, la entrada sobre el bonitismo, los aromas especiales, los espacios mágicos y las emprendedoras valientes.
Hace tiempo que sigo el blog de Paula, la persona que está detras de Olivia, un blog de cuidado. En él cuenta cosas que le interesan, su evolución como emprendedora, los descubrimientos chulos que hace o los últimos jabones que ha creado.
Cuando a primeros de agosto nos contó que tenía un notición, que había encontrado el local de su vida y se iba a lanzar a la piscina, iba a montar tienda física, no dudé en pensar: ¡qué valiente! Y a primeros de octubre, vía instagram viví con todos los invitados su inaguración, ya estaba aquí…
Quiso la suerte que una semana después decidiéramos hacer una visita a Segovia, porque la hija de unos amigos quería ver “el puente ese del que le había hablado en el cole” (entiéndase como el acueducto).
Después de la ruta turística y un buen homenaje gastronómico de productos de la tierra, conseguimos dejar a los chicos con los peques en el parque del Alcázar y escaparnos las tres féminas del grupo con las niñas más mayores. Bueno. en realidad, podríamos decir que las rapté para enseñarles un rincón escondido en Segovia que nunca podrían haber imaginado.
El lugar era tal y como me lo imaginaba… bueno miento, era mucho mejor. Desde que te acercas y ves el rótulo de Olivia Soaps en ese maravilloso patio interior, es como si te aventuraras en otro mundo. Si a la magia del patio le añadas la deliciosa bandeja de dulces, frutas, tés y de todo que tenía preparada en la mesa, solo puedes conseguir una cosa: que entremos todos a la tienda con la boca abierta, sobre todo las niñas…
Dentro todo estaba pensado al detalle, la mezcla de interiorismo cuidado, con un toque vintage, todo acorde con los jabones que ella crea, y con su packaging. El interiorismo realizado por lo chicos de Casa Josephine Deco es impecable. Tenías que pararte en cada rincón, mirarlo, olerlo (por supuesto), y disfrutarlo.
Solo los jabones eran un mundo maravilloso en el que perderse: Mr. Fantastic, Mirinda, Mojito… ¡no sabías cuál elegir!
Después de dar unas vueltas por la tienda, conocer a Paula -que es un encanto-, identificar mis múltiples personalidades – desaforada y lanoera– y conseguir decidir lo que llevarnos entre tantas fragancias especiales, hicimos nuestras compritas y nos fuimos tan contentas con nuestros nuevos jabones al encuentro de la otra parte del grupo.
Nos encantó descubrir un lugar tan especial y como dirían las peques ¡qué bien olían luego nuestras casas!
Si vais a Segovia, os recomiendo que visitéis Olivia Lab & Soap Room, en la calle Calle Velarde 9, muy cerquita del Alcázar. Y si no podéis hacerlo, ésta valiente emprendedora no tenía suficiente con la tienda física, que ha montado la tienda on-line, para llegar a todos los que estáis lejos, o para los que ya la hemos visitado podamos volver a comprar esos jabones que tanto nos han gustado… (nuestra casa huele a Mr. Fantastic y me encanta!).
Espero que empecéis bien la semana y que esta entrada llena de cosas bonitas os haya dado energías para hacer más llevadero este lunes.
¡Feliz lunes!
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Y no te olvides de los talleres desaforados:
8 de noviembre – 20.30 h – Cook & Craft Night (Madrid)