Llevo unos días en modo Slow Life, un poco forzoso, tomándome la vida con calma… no, no estoy enferma, pero el nano sí. La gripe ha entrado en nuestras vidas y este año la ha tomado con él….
Dentro de ventajas (y desventajas) del ser madre emprendedora es que cuando tienes que tomarte un tiempo libre, puedes hacerlo, y eso es lo que decidí hacer el jueves pasado: cambiar de modo voycorriendoatodaspartes a modo Slow Life, es decir, me tomo la vida con calma y le dedico el tiempo a lo importante, sin agobios y estreses.
Así que desde finales de la semana pasada me he unido al movimiento Slow, y la verdad es que no está nada mal su filosofía.
“Aprovechando” que el nano no quiso levantarse de la cama hasta casi el medio día, estuve leyendo a su lado el último número de la revista Kireei y ordenando mis ideas, que de tanto correr de un lado para otro, estaban un poco mezcladas…..
Justo este número de Kireei habla de la vida lenta.
Tardes de lluvia leyendo bajo las mantas, charlas con los amigos…. o simplemente disfrutar de una comida, el movimiento Slow nos invita a tomarnos la vida con más calma y a compaginar los momentos de estrés y tensión con el disfrutar de los momentos de tranquilidad.
Y eso es lo que he estado haciendo estos últimos días, mi mundo está como a cámara lenta, mi ritmo se ha adaptado al que pide el nano. Es su primera enfermedad pudiendo expresar como se siente, y la verdad es que lo llevo regular… cuando era más pequeño era todo más automático: sube la fiebre, baja la fiebre…el antibiótico… es la hora…
Pero ahora la cosa ha cambiado: mamá tengo frío, no me quiero levantar, me pica la garganta… o quiero el ipad de mamá (sí sí, para eso no está malito…). Ahora ya es un niño casi mayor (un poco bebé dice cuando quiere que lo achuchen), que reclama más atención, que te dice cómo se siente, y que quiere que compartas estos ratos con él.
Así que esta es mi Slow Life hasta que los virus decidan irse…. disfrutando de estar con él todo el tiempo: el que estemos en la cama, en el fofá o cuando se anima, jugando a las construcciones, haciendo puzzles o viendo cómo se pone el sol a través de la ventana.
Aprovecho los ratitos que está bien, jugando solo o viendo dibujos en el Ipad para trabajar, contesto correos, os cuento mis inquietudes, o sigo preparando invitaciones de bodas o consejos DECO que últimamente me tienen muyyyy ocupada. Estos pequeños ratos me están cundiendo casi más que las largas jornadas de trabajo, estoy más concentrada y aprovecho mejor el tiempo.
Y además, aprovecho también esos ratitos, en los que a él no le apetece hacer nada, solo estar tumbado con mamá para pensar, pensar y pensar….inventar cosas nuevas y cambiar otras antiguas… (sí vale, no sé tener la mente desconectada del todo….)
Cada vez más me voy convenciendo de que SLOW LIFE es buena para todos, (sin virus por supuesto)… ya os contaré que tal sigo funcionando a esta velocidad…