niños

La llegada casi inmnente de Littlenano ha hecho que tengamos que replantearnos temas de espacio en casa, y buscar la mejor manera posible de compartir el espacio entre todos.

Inicialmente el peque dormirá con nosotros, pero el cambiador, el armario, etc, estarán en la habitación de su hermano. No hemos querido hacer un cambio radical de su habitación para que no se sienta invadido, y es que después de cuatro años siendo el dueño de su cuarto, empezar a compartir se le puede hacer cuesta arriba.

El único cambio externo que hemos hecho por ahora ha sido “robarle” un mueble que usaba de decoración para poner el cambiador de Littlenano. Y aunque no os creáis ¡las negociaciones han sido muy duras!

Era un mueble en el que él solo tenía su nombre, un cuadro que le regalaron de recién nacido, y poco más… pero no quería cambiarlo por nada del mundo. Al final lo conseguimos convencer con la estrategia de que le íbamos a poner una estantería nueva con sus cosas más alta para que su hermano no se las cambiara de sitio ¡y así conseguimos liberar el hueco para el cambiador!

De él teníamos el cambiador de Ikea más sencillo de todos, el Sniglar, que en su momento nos dio muy buen resultada y que queríamos aprovechar. Por temas de diseño de la habitación, preferíamos no montarlo entero, si no utilizar solo la parte de arriba y apoyarla sobre el mueble de la discordia.

Además, ahora el cuarto del nano está en blanco y gris, así que había que adaptarlo al nuevo diseño. La solución ¡¡ el maravilloso chalk paint!!

Las pinturas y la cera son de Delipapel. Así que, aprovechando una tarde de domingo casera, de las de pintar con pinceles, como las llama el nano, me puse manos a la obra.

El primero paso es muy sencillo, y consiste en pintar los listones de color gris. Con una brocha mediana apliqué dos capas de chalk paint Mr. Grey.

Una vez secos los listones, quería darle un toque similar a la decoración que tiene que nano, y como parte de su juguetero va en el mismo gris y con estrellas blancas, “entre los dos” decidimos ponerle un detalle de estrellas en el frontal.

Para ello necesitábamos una plantilla, que hicimos troquelando una cartulina con la troqueladora de estrellas. Después pegas el papel con cinta de carrocero sobre el listón y a pintar con cuidado. Como luego el nano me pidió más estrellas de otros tamaños me atreví a hacerlas a mano con un pincel fino.

La verdad es que acabé contenta con el resultado para haberlo hecho a mano y con un niño de 4 años pegado a mi hombro. Quedan bastante naturales, y cada una diferente de la otra.

Para terminar, y después de dejar secar todo el día, quedaba aplicar una capa de cera incolora. Era la primera vez que la utilizaba y me ha gustado el resultado, porque no queda demasiado brillante pero protege la pintura de los roces, que en una habitación de niños va a ser inevitable.

La cera se aplica con un paño de algodón, la extiendes siguiendo la beta de la madera y cuando esté seca, frotas para que se quede brillante. En esta fase no hice mucho hincapié en el brillo, porque lo quería lo más mate posible ¡Es muy fácil de utilizar!

Una vez seca la cera, ya solo quedaba colocar el cambiador en su sitio ¡con permiso del nano por supuesto!

Para quien no lo sepa, los cambiadores de Ikea tienen unas medidas diferentes a los normales, y por eso la colchoneta que lleva es la del propio cambiador, ahora estoy en búsqueda de una funda para esta colchoneta porque la que va hecha a medida, que es la que tengo puesta ahora, no me termina de convencer.

Y ya tenemos el cambiador puesto sobre el mueble. Como nos quedaba un hueco entre el cambiador y la estantería que hay al lado, he puesto unas cestas de trapillo, también en gris, para tener a mano lo esencial: pañales, crema, toallitas etc. Y su hermano le ha puesto un osito que era suyo de pequeño, para que lo cuide.

Ya solo nos queda esperar a que llegue Littlenano para utilizarlo

¡qué nervios!