Estas navidades están siendo un poco especiales. Es el primer año en el que el nano es consciente de que algo pasa.
Todo empezó con la visita de Papa Noel al cole. Nos habían avisado, así que después de la visita le pregunté: “¿quién ha estado en el Cole?” y él nos decía: “Papael”
Cuando le preguntabas qué hacía Papa Noel, te decía empezaba a decir “Adiós” y mandar besos.
Vamos que el susodicho fue clase por clase, les mandó besos y poco más. Pero ya estaba, ya sabía que existía. Nosotros se lo habíamos mencionado alguna vez, pero sin darle más importancia.
Cuando llegamos a Alicante tocó un intensivo… queríamos explicarle lo que iba a pasar, que si se portaba bien le traían los regalos, pero él pasaba de todo… seguías diciéndole ¿y que va a hacer Papa Noel esta noche? y él te contestaba “Aiós” y te mandaba besos. De monda…
Así que tuvo que llegar su primo, que tiene 6 años, y explicárselo: “Esta noche, si te portas bien, tendrás muchos regalos” y ya empezaron los nervios, el uno se lo transmitió al otro: que si oigo campanas, que si vamos a asomarnos que creo que son las luces del trineo (más bien de la tabla de surf, porque hacía un día playero…) que si llaman a la puerta, que si un hohohooooo.
Ahí empezó la emoción…. se escondieron los niños porque Papa Noel no los podía ver (tradición en nuestra casa), y cuando salieron…. ala…¡qué de regalos! …abrió sus juguetes y se puso a jugar como un loco… luego no había quien lo mandara a la cama.
Así que por fin lo había entendido. Ahora si le preguntas que hace Papa Noel te dirá que trae….¡camiones de bomberos!