Hoy vengo a haceros una confesión… me he dado cuenta de que tengo una extraña adicción… y es que soy adicta a estar conectada al trabajo en particular, y al mundo ON en general.
Hace tiempo que sabía que era adicta a currar, casi desde que estudiaba en la uni. En aquella época llegué hasta el punto que estaba tan enganchada a la carrera que “desaparecí” del mundo real. Menos mal que supe volver a tiempo, en parte con ayuda de los que siempre han estado ahí.
Hubo una época en la que trabajaba para otros, y cuando salía de allí apagaba el chip y desconectaba del todo. En esa época estaba pasiva creativamente hablando, hasta el punto que hasta incluso el Sr. Desaforado me dijo que donde estaba la currante de la que él se había enamorado, que tenía que volver.
Al final parece que son las circunstancias las que te llevan por un camino o por otro. Un tiempo después, tras adaptarme a mi nueva situación personal y laboral, mi parte creativa volvio a activarse poco a poco…. decidí reinventarme y aplicar mi imaginación de otra manera. El resto de la historia ya la sabéis: dos proyectos emprendedores y muchas muchas horas de trabajo.
A estas alturas, puedo deciros que he ido cogiendo un ritmo, que como os comenté el otro día, me ha terminado agotando, y por eso decidí reordenar mis prioridades.
Aún así, sigo siendo incapaz de domar mi adicción a estar conectada, y hoy me he dado cuenta de ello. Puedo estar haciendo la actividad más rutinaria, como ir a llevar al nano al cole, y ya estar pensando en lo que tengo que hacer, o ensayando el próximo pitch que tengo que preparar.
Esta semana ha sido de locura, entre la preparación del evento de lanzamiento del nuevo curso de Lanoa Handmade, seguir avanzando y mejorando con HandBox y el nano con los primeros virus en casa, que también me han dejado un poco tocada, puedo deciros que he terminado agotada.
Dentro de este agotamiento es cuando me he dado cuenta de que soy casi incapaz de desconectar, me cuesta mucho ignorar el pitidito que me marca si me mencionan en twitter o me entra un correo. Me entra una sensación nerviosa que me obliga a ir al móvili/ipad/pc y mirar, a ver si es urgente, si no, si tengo que contestar o no. O tengo el teléfono en silencio, o soy incapaz. Y aún así, me queda el runrun en la cabeza de…. ¿y si se me pasa algo importante?
Lo que sí que me he dado cuenta es que he avanzado un poco: ya no contesto al correo de manera inmediata, los leo, pero los contesto en su momento, en horario programado, salvo que sea una urgencia. Es un paso hacia mi desintoxicación….y me ha venido muy bien para organizar mejor mi tiempo, y dedicarle un poquito más al nano, que al final es el que importa.
Con las redes también he mejorado, en cuanto a horarios y programación se refiere, ¡así que en esa parte estoy contenta! Ya solo queda dejar de tener mi minuto de crisis semanal de “no me da tiempo a nada”, pero al final lo conseguiré y lo superaré!! (esperemos).
¿Y a vosotros os pasa? ¿sois adictos a estar en modo ON o conseguís apagar del todo? ¿creeis que voy a ser capaz de conseguirlo o hay cosas que no podemos cambiar?
¡Que disfrutéis de un domingo de desconexión! Yo voy a intentarlo 😉
Ah!!! cruzad los dedos por mí para mañana y desearme suerte, ya os contaré, que puede ser un buen día….