Hace unos meses celebramos el bautizo de Littlenano y como no podía ser menos, al igual que con el nano , preparé unos detalles de bautizo muy DIY.
Pensando en regalar algo diferente que no fuera el típico “botijito” que termina en el fondo de un cajón, después de darle muchas vueltas se me ocurrió que podía ser bonito regalar algo con el que después del bautizo nuestro familiares interactuaran con el regalo.
De repente lo tenía claro: iba a preparar unos tarros de cristal a modo de maceteros, con semillas incluidas, para que el día del cumpleaños de Littlenano, el 1 de diciembre, todos plantaran esas semillas y las cuidaran como si lo cuidaran a él.
Para ello necesitaba:
- Tarros de cristal: pueden ser reciclados o comprados para la ocasión
- Un minimacetero de cartón (para hacer más fácil el trasplantarlo)
- Chalk Paint en spray de Novasol Spray
- Cinta de carrocero o washi tape
- Tierra
- Semillas
- Bolsas pequeñas de plástico
- Bolsas/maceteros
- Cartulinas
- Cuerda
Era la ocasión perfecta para probar el chalk en spray de Novasol. Llevábamos varios meses trabajando con él en Handbox y todavía no lo había aplicado a ningún tutorial mío ¡es la caña!
Empezamos pintando los tarros con el chalk paint. En este caso utilicé el color azul índigo, que me parece precioso. Como el spray de chalk no huele nada el nano pudo ayudarme a pintarlo, así se sintió parte de lo que estábamos preparando y como se seca rapidísimo no tardamos nada en preparar todos los tarros.
Antes de pintar, metí dentro el minimacetero y puse washi para que la parte de arriba de los tarros se quedara sin pintar y cuando creciera la planta se viera más rápido.
Un consejo que me dio Cris de Mi armario coqueto (gran experta en el mundo del spray): cuando pintáis con el chalk en spray hacerlo dentro de una caja. Se queda el polvo de tiza en suspensión y cuando cae queda cubierta toda la superficie de tiza de color, en este caso Cris me avisó tarde y mi cocina cogió un bonito color azul 😉
Mientras se secaban los tarros preparé los paquetitos para las semillas. Estaban compuestos de: bloque de tierra de Ikea (abulta menos y crece con el agua, así se podía empaquetar mejor), semillas de geranio, porque eran las únicas flores que encontré y se podían plantar en diciembre, y las instrucciones, que las imprimí en cartulina para pegar por detrás las semillas.
Una vez secos los tarros, había que terminar de ponerlos bonitos con un poco de cuerda alrededor del tarro y una etiqueta de ¡Cuídame!
Ya solo quedaba empaquetarlo todo para entregarlo en el bautizo. Después de darle muchas vueltas de cómo llevarlo sin que se desmontara ni se perdiera nada, se me ocurrió que podríamos dárselo a los invitados en unas cestas Sprutt de IKEA que más adelante puede hacer las veces de macetero.
Las cerramos con una foto de la sesión de fotos de recién nacido que le hizo Violeta, haciendo las veces de recordartorio y ¡listo!
Ya teníamos preparados unos detalles de bautizo originales y listos para “dar trabajito” a los invitados.
Tengo que deciros, que además de quedar bonitos, están dando mucho juego en las dos familias, porque las semillas han empezado a crecer y de vez en cuando recibimos alguna foto en plan: “Así está la mía, ¿cómo van las demás?