Un recibidor puede llegar a convertirse en el espacio más difícil de decorar de la casa. Desde mi punto de vista, es el escaparate de tu estilo, pero a la vez, es el espacio en el que sueles dejar los trastos de la calle: abrigos, llaves, bolsos…
La primera vez que alguien entra a tu casa, lo primero que ve es el recibidor, por lo que a la hora de diseñarlo hay que tener en cuenta las dos cosas: que sea la muestra de lo que eres y que además, sirva para depositar esos objetos del día a día.
Hoy os traigo un ejemplo de que en un recibidor puedes aglutinarlo todo: desde el listado de cosas que hacer hasta los zapatos, las chaquetas, etc…
Me ha encantado la propuesta de la pizarra vintage que a la vez es perchero y de utilizar un barril antiguo de paragüero.
Me cuestiono el tema de los zapatos para nuestra zona, en la que no hay costumbre de dejarlos en la puerta a diferencia de los paises nórdicos… pero seguro que los que tenéis niños pequeños que llegan con mochilas del colegio podriais transformar el uso del banco para dejarlas allí y que no terminen tiradas en cualquier rincón de su cuarto o en el propio suelo del recibidor.