El otro día me preguntaba una amiga: ¿y tú cómo lo haces? Sacar dos negocios adelante y además estar con el niño ahora que no tiene colegio….
Mi respuesta fue muy sencilla: “Como puedo”, lo que significa “quitándome horas de sueño para poder trabajar y estar con él a la vez”. Me apetecía contaros esto porque muchos se piensan que por trabajar para uno mismo tienes más libertad, trabajas menos y puedes compatibilizarlo mejor. Sí y no.
De trabajar menos nada, os puedo asegurar que cuando tienes tu propio negocio, trabajas muchísimas más horas que cuando lo haces para otros, principalmente porque no te sientes capaz de desconectar.
Cuando trabajas para otros y sales de la oficina, desconectas, te olvidas, y te centras en tu vida personal. Trabajar para uno mismo es diferente, tienes una responsabilidad implícita que te impide desconectar al 100% de todo, y menos en la era de los dispositivos móviles, en la que, o apagas el móvil, el ipad y las 300 maquinitas en las que tienes configurado el correo y las redes sociales, o no puedes desconectar.
Para poder compatibilizar el nano con el trabajo en verano, me levanto muy temprano, y cuando digo muy es MUY, y como tengo la suerte de que él no madruga, tengo hasta que se despierta (11 y algo) para trabajar tranquilamente. Para mí es el mejor rato del día: café, tostada y un buen rato de trabajo en silencio. Contesto correos, escribo un post, diseño un rato, etc … hasta que llegó la hora de despertarse.
Tengo la suerte de que es de reacción lenta, desde que desayuna, ve los dibujos un rato y trabaja con mamá (entiendase trabajar por colorear un rato, pegar washis y jugar con el ipad a mi lado) me da un margen de un par de horas, hasta que llega el momento piscina…. ese rato se lo tengo que dedicar a él, aunque cuando está entretenido con algún amigo, aprovecho para contestar redes sociales etc, porque aunque no os lo creáis en la piscina ¡¡¡es donde mejor tengo cobertura!!!
El resto del día, comer juntos y mientras él duerme la siesta (que tengo la suerte de que todavía lo hace), seguir trabajando, hasta la hora de despertarse, merienda, piscina otra vez y a volver a trabajar un rato después de cenar…. sumadas las horas, os puedo asegurar que son más que una jornada laboral normal, pero a trompicones claro…. es importante para rendir, organizarse las tareas por tiempos y dedicar cada rato que tienes a algo en concreto
Esta es mi conciliación…. y la verdad es que aunque las horas de sueño son pocas, merecen la pena el esfuerzo porque él te diga “Mamá, me encanta trabajar contigo”.
10 Comentarios
Yo no soy madre, pero siempre he pensado que me gustaría serlo en las condiciones que describes. Mi madre es modista y trabajaba sobre todo en casa o, por lo menos, el tiempo que nosotros estábamos en casa ella siempre estaba y era como tú dices: de normal podíamos “trabajar juntos”, pero si por alguna circunstancia yo o mi hermano necesitábamos atención plena por lo que fuera mi madre era exclusiva para nosotros. Eso significaba que luego se acostaba a las mil y se levantaba a avisar el gallo ella, pero eso nosotros no lo notábamos. Por ejemplo, estuviera haciendo lo que estuviera haciendo si yo quería leerle algo que había escrito me ponía atención plena y eso me hizo coger mucha confianza. Felicidades por currártelo tanto como para que tu hijo no lo note 🙂 Espero que el día que yo tenga hijos mi hijo me pueda decir la frase que te dice a ti el tuyo
Muchas gracias por tu comentario, ¡me ha enncantado!. Seguro que serás una madre estupenda!! 😉 Besos
Yo aún estoy embarazada y no tengo que conciliar, pero trabajo la mayor parte del tiempo desde casa y me ocurre exactamente igual que a ti, que empiezas a sumar todas las horas sueltas y dispersas en las que trabajas a lo largo del día y te sale una jornada larguísima.
Pues si ya lo haces así ahora, seguro que lo llevas genial cuando nazca tu peque…. ¿qué te queda?
bss
¡Cada vez menos! Algo más de 3 meses si apunto bien con la fecha.
me parece que teneis una fuerza de voluntad tremenda para compaginar todo.¡ enhorabuena!!”
Gracias!!!
Vaya!! Cómo te entiendo! ¿Y cómo conciliamos nosotros? Pues con mucho apoyo del papá que se ha quedado sin trabajo, lo lleva y lo recoge de la guardería y se queda con él por las tardes hasta que llego sobre las 20h del trabajo. Luego nos damos una vuelva o vamos al parque y para casa a darle la cena, jugar un rato, el bibe y para las 23h a su cuna. A partir de esa hora es cuando su padre y yo podemos cenar, conectarnos a internet, hablar un rato o lo que surja y poco más porque hay que acostarse que a las 7h ya está “el terremoto” despierto.
Siempre hay cosas buenas ante situaciones malas, y es que el peque disfruta de su padre, ¡dile que aproveche cada minuto!
Lo de las 7h… horror…. yo no sobreviviría a eso 😉 ¡ánimo!