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Jueves emprendedor: Es de Música

13/09/2012

Dicen que las casualidades son buenas, que pueden aportarte muchas cosas positivas. En el caso de la emprendedora de hoy es así.

Este jueves os traigo a una emprendedora de los pies a la cabeza, ya que lleva mucho tiempo luchando. Y además, como la conozco personalmente, es un encanto y tiene dos niños que son majísimos. Coincidimos en el curso de Fotografiar el Handmade de Álvaro Sanz, en Grey Elephant. La verdad es que cada vez que visito Grey me surje alguna oportunidad interesante, y no hay que desaprovecharlas!!

Con Rocío, la persona que está detrás de Es de Música, el proyecto que os presento hoy, volví a coincidir en el taller que di en Deyoga (Aravaca) y tuvimos la ocasión de hablar un ratito. Me contó su proyecto y me encantó. El otro día hablo sobre Desaforando en su página y fue cuando dije que si le apetecía, contábamos su proyecto, porque sabía que os iba a encantar.

La historia de Rocío es una historia de cambios y muchas ganas por seguir adelante. Os dejo que os la cuente ella misma:

“Hace dos años cambié radicalmente de actividad profesional, o mejor dicho, pasé a tener actividad profesional cero. En el año 2005 monté una pequeña empresa para asesorar a pymes en procesos de compra y venta y valoración de empresas. Todo muy financiero, y supuestamente muy relacionado con la formación que tenía yo (Derecho y un MBA en Dirección de Empresas).
La realidad es que fue muy costoso (en todos los sentidos) intentar sacar adelante el proyecto: la actividad en sí misma es dura y los comienzos de la crisis no ayudaron. En esos años tuve a mis dos hijos, con lo cual la supuesta conciliación esa de la que hablan no existía para mí. La verdad es que se me quedaba cara de tonta cuando llegaba a mi casa por las tardes sin haber visto mucho a los niños, habiendo trabajado en algo que realmente no me gustaba y además sin que los resultados económicos fueran buenos. Fue cuando tomé la decisión de dejarlo para irme al paro directa y con una sensación de fracaso tremenda.
 
Mientras pensaba qué iba a hacer con mi vida comencé a hacer esas cosas que siempre dejaba de lado con la excusa de mi empresa. Retomé los estudios de piano (lo dejé en octavo en su día) y me matriculé en Musicología (Ciencias e Historia de la Música). Por primera vez hacía y estudiaba algo que me gustaba, ¡una sensación desconocida! Me propusieron dar clases de piano a niños en una academia y también comencé a dar clases particulares. Y así comencé con el blog al principio con la idea de hablar sobre música y niños.
 
Dándole vueltas a la idea de “regalar música”  fue como surgieron las cajas de música.
Pero la pregunta era: ¿cómo narices se hace una caja de música? Eso sí que fue una odisea: probando materiales, aprendiendo sobre manivelas, dando clases de modelaje, rompiendo cajas, visitando tiendas extrañas… Di con la arcilla polimérica como material para personalizar el exterior de la caja y con un buen proveedor de manivelas. Y así hice cajas para mis hijos, hijos de amigos y sobrinos, hasta que un día me encargaron la primera caja.
Hasta entonces siempre había sido alguien conocido (obviamente porque me querían mucho) pero ahora me encargaba una caja un extraño…. no paraba de pensar cosas como “No soy familia ni amiga, no tiene por qué quererme… me habrá encargado la caja porque le gustan las que hago, ¿no?” o “¿Será mi madre que ha contratado a alguien para que me compre una caja?”….  ¡Me costaba hasta dormirme pensando si lo iba a hacer bien o mal! ¡Qué mal lo pasé! ¡Qué difíciles las primeras cajas! Y qué difícil exponer de forma tan tangible tu trabajo, era algo a lo que no estaba acostumbrada.
 
Y las dudas se fueron haciendo cada vez más pequeñas confome iba trabajando (aunque creo que nunca desaparecerán del todo). Y descubrí que lo mejor de este oficio de “cajera” como yo le llamo es que detrás de cada caja hay historias muy bonitas, algunas de ellas muy especiales. Y al hacerme un encargo directamente me hacen partícipe de ellas: contándome cómo es la persona a la que van a regalar, o describiéndome un momento que quieren revivir, o hablándome de una canción concreta…Es bonito trabajar en algo que se va a regalar con tanto cariño.
 
He hecho cajas para el día de los enamorados, una caja con la que se ha pedido en matrimonio  , cajas para el día de la madre  cajas para comuniones que fijan momentos, cajas para celebrar unas bodas de oro …. cajas de todo tipo.
 
Y espero seguir haciendo cajas de música, seguir sabiendo historias bonitas y tener la oportunidad de formar parte de ellas…”
La verdad es que las cajas de Rocío son toda una obra de arte, si os dais una vuelta por su blog, o por su tienda veréis las maravillas que hace. Y además las presenta en las geniales cajitas de picnic de Selfpackaging  y quedan monísimas.
Ah! Por si no tiene suficiente con las cajas y los peques, también da clases de música!!
Le deseo mucha suerte, y espero volver a verla pronto, seguro que en algún otro taller de washi con sus peques 😉
Podéis ver todo lo que hace en su web y su facebook.

¡Feliz jueves emprendedor!