Vivimos a la carrera, tenemos mil cosas que hacer apuntadas en el “to-do” de cada día. El trabajo, los niños… parece que el tiempo sea el coyote y nosotros el correcaminos, nunca nos pilla pero a veces “casi lo hace”.
Y en esta vida de carrera continua, la compra on-line se ha convertido en nuestro mayor aliado. De unos años para acá, ya se puede comprar casi de todo por internet, desde unas Lentillas multifocales hasta el desayuno del próximo domingo y que te lo traigan “casi” a la cama….
Puedes tener programada la compra semanal, encargar la ropa de los niños, el regalo del próximo cumpleaños o las compras navideñas. Ya no solo los grandes comercios venden por internet. Hasta el pequeño comercio ha tenido que adaptarse para poder seguir en funcionamiento.
¿Y por qué ha pasado esto? Además del tipo de vida que llevamos, corriendo a todas partes, la tecnología ha avanzado tanto que nos permite que hagamos compras o gestiones que antes las tenías que hacer de manera física y que para hacerlas (como por ejemplo una gestión bancaria), tenías que hacer malabarismos con el tiempo o pedir permiso en el trabajo para poder llevarlas a cabo.
Ahora puedes hacer esa transferencia que tenías pendiente desde el metro cuando vuelves a casa en el trabajo o mientras que esperas a que salgan los peques por la puerta del colegio. Lo mismo ha pasado con las compras, con las facilidades que nos ha puesto la red, vendedores y compradores se han subido al carro del mundo online.
¿Qué pasaba antes? Si tenías que comprar un regalo, pasar por la farmacia, hacer la compra o comprar ir a la óptica a por una caja de tus lentillas diarias que se te estaban terminando, tenías que planificar tu tiempo para hacerlo. Ahora todas esas cosas puedes comprarlas en línea, incluso muchas de ellas no encuentras en las tiendas que tenías a mano y tienes que echar mano de la compra online para encontrarlas.
Os voy a poner un ejemplo. En esta época es inevitable que los más pequeños de la casa los bombardeen con anuncios de juguetes. Pues desde que empezaron a anunciar la pirámide de Playmobil, el pequeño no para de pedirla. Después de mucho buscarla, la encontramos online. Como es un regalo de sus abuelos y vienen en tren para el cumpleaños, la han comprado online y llegará a nuestra casa antes de la fecha para que el peque la tenga el día de su cumpleaños.
Con los libros nos pasa lo mismo, muchas veces ves un libro en una cuenta de Instagram que sigues o te lo recomienda alguien, pero o no tienes una librería cerca, o si la tienes, no tienen ese libro. Buscando por internet seguro que lo encuentras.
Aunque todavía hay mucha gente reacia a la compra online, al menos en mi caso, ha sido un gran descubrimiento y una manera de facilitarme la vida.
¿Y vosotros? ¿sois más de comprar online o de comercio físico?
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